Si todos los otros sistemas de comunicación fallaban, todavía estaba la radio. La radio militar habitualmente es de extremo a extremo, no necesariamente de difusión, a menos que esté conectada a un transmisor. Un cable enterrado conectaba el Búnker con un transmisor en Perth, Ontario, a unos 60 kilómetros de distancia. Los operadores aquí podían usar el equipo de radio de baja frecuencia y también de muy alta frecuencia para conectarse con el resto del mundo, sea lo que fuere que quedara de él.
Cuando los operadores de señales militares de la Estación Carp de las Fuerzas Canadienses se encontraban aquí utilizaban la radio para conectarse con otras bases en Canadá y en el mundo. Brian Jeffrey, un extécnico civil en electrónica contratado por el ejército de Canadá, comenta la relevancia de las comunicaciones de radio en Canadá desde su estación de radar durante la Guerra Fría:
“Cada una de las 58 estaciones de la Línea Distante de Advertencia Temprana que atravesaban el Ártico estaban conectadas entre sí a través de la radio. Sin estos sistemas de radio de extremo a extremo, la Línea Distante de Advertencia Temprana hubiera sido […] totalmente incapaz de cumplir su función de enviar las advertencias necesarias para alertar a la gente acerca de un ataque enemigo desde el Polo Norte. Así de fundamentales eran las comunicaciones por radio.”
Cuando esté listo, regrese al mostrador de entrada y descienda por las escaleras del nivel “A” junto al elevador de carga. Si necesita usar el ascensor, por favor pídale a un miembro del personal que lo ayude. Baje un piso al nivel 300, donde el Gobierno de Emergencia de Canadá hubiera conducido la guerra nuclear. También es allí donde encontrará la sala más ultrasecreta del edificio...
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